“Nuestros temores más profundos sobre el número de niños asesinados, que se convirtieron en decenas, luego en cientos y finalmente en miles, se hicieron realidad en solo 15 días” dice James Elder, portavoz de la Unicef
La Franja de Gaza se ha convertido en un “cementerio” para niños, pues miles de ellos han muerto por los bombardeos israelíes, mientras que más de un millón enfrentan una grave escasez de productos básicos, reza un comunicado del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) este martes.
“Nuestros temores más profundos sobre el número de niños asesinados, que se convirtieron en decenas, luego en cientos y finalmente en miles, se hicieron realidad en solo 15 días“, dijo el portavoz del organismo, James Elder, en una conferencia de prensa en Ginebra.
Se precisa que las cifras son “espantosas” dado que más de 3.400 niños han sido asesinados y, cada día, esta cifra aumenta significativamente. “Gaza se ha convertido en un cementerio para miles de niños. Es un infierno para todos los demás”, expresó Elder.
El portavoz señala que las amenazas a los menores van más allá de las bombas. “Los más de un millón de niños de Gaza también padecen una crisis de agua”, sostuvo, y agregó que las muertes infantiles (especialmente de lactantes) por deshidratación son un peligro creciente.
El portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, Ashraf Al Qudra, en unas declaraciones ante la prensa, ha anunciado hoy martes 31 de octubre del 2023 que la agresión israelí contra la Franja de Gaza ya se cobró la vida de 8.525 personas, entre ellas 3.542 niños y 2.187 mujeres.
“Me rompe el corazón ver a niños a mi alrededor luchar por un vaso de agua limpia y no poder encontrarlo“, citó Elder a una de sus colegas de Unicef.
“Y luego está el trauma”, advirtió el portavoz del organismo, argumentando que, cuando cesen los combates, el costo para los niños y sus comunidades afectará a las generaciones venideras.
“Necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato“, insta Elder, al tiempo que asevera que más de un millón de niños en Gaza viven una “pesadilla”.