La votación que decidió la suerte de las aves tuvo lugar el mismo día de las elecciones al Parlamento Europeo y arrojó un resultado del 53 % de votantes a favor de la medida.
Después de meses de debates sobre cómo gestionar los problemas que generan las palomas, Limburgo del Lahn, una pequeña ciudad alemana del estado de Hesse, decidió en un referéndum eliminarlas físicamente.
La votación que decidió la suerte de las aves tuvo lugar el mismo día de las elecciones al Parlamento Europeo y arrojó un resultado del 53 % de votantes a favor de la medida.
En noviembre de 2023, el Ayuntamiento de Limburgo del Lahn decidió matar a las 700 palomas bravías que viven en la ciudad, lo que generó críticas por parte de organizaciones defensoras de animales. Entonces, las autoridades decidieron consultar directamente a la ciudadanía.
“El resultado de hoy era imprevisible para nosotros. Los ciudadanos ejercieron su derecho y decidieron que los animales debían ser reducidos por un cetrero”, comentó el alcalde, Marius Hahn, citado por la revista alemana Der Spiegel.
¿Cómo se sacrificará a las palomas?
El plan prevé que un cetrero atraiga a las aves a una trampa, las golpee en la cabeza con un palo de madera para aturdirlas y luego les rompa el cuello.
El sacrificio de toda la población de palomas se llevaría a cabo a lo largo de los próximos dos años.
¿Es una medida eficaz para reducir la población?
Sin embargo, investigaciones muestran que matar palomas no es un método eficaz para reducir las poblaciones de estas aves, ya que se siguen reproduciendo hasta reponer sus números, apunta The Local.
Un ejemplo bien documentado de ello proviene de la ciudad suiza de Basilea, que tenía aproximadamente 20.000 palomas urbanas. De 1961 a 1985, la ciudad sacrificó a alrededor de 100.000 ejemplares, pero pese a ello, la población se mantuvo estable.
Finalmente, se fundó un grupo llamado ‘Pigeon Action‘ para promover una solución a largo plazo al problema.
El grupo ideó un programa (desde entonces denominado ‘modelo Basilea‘) que incluía advertir a los residentes para que no dieran de comer a las aves e instalar palomares de los que posteriormente se retiraban los huevos.
Gracias a estos métodos, la población de palomas se redujo a la mitad en cuatro años.