Nicolás Roa ha sido acusado por la Fiscalía de haber cometido “homicidio agravado con ensañamiento alevosía” en contra de Gilberto Ceballos
Un brutal asesinato causa conmoción en Argentina, en medio de las investigaciones de las autoridades para conocer las razones que habrían llevado a un joven de 18 años a matar a su padrino de 41 puñaladas, en el marco de una acusación de intento de abuso sexual por parte de la víctima fatal, de 60 años.
Nicolás Roa ha sido acusado por la Fiscalía de haber cometido “homicidio agravado con ensañamiento alevosía” en contra de Gilberto Ceballos, quien trabajaba en la estatal tecnológica Invap, en su departamento ubicado en la calle Ruiz Moreno al 100, en el centro de Bariloche, en la Patagonia argentina.
Las pesquisas policiales comenzaron luego de que el joven se presentara en una comisaría y dijera: “Maté a mi padrino”, recoge Bariloche 2000.
¿Qué ocurrió?
Entre la noche del 8 de agosto y la madrugada del 9 de agosto del 2024, Roa habría asesinado a la víctima con un cuchillo de 22 cm de largo.
“Le dio muerte con ensañamiento y alevosía al señor Gilberto Ceballos”, dice el escrito de la Fiscalía divulgado por el medio Con sello patagónico.
Con esa arma, según la autopsia, le causó “nueve heridas cortantes en el cráneo, y treinta y dos lesiones cortantes y cortopunzantes en la zona del tórax que provocaron una hemorragia torácica”. Estas lesiones le afectaron los pulmones y el corazón, por lo que murió tras sufrir un shock hipovolémico.
¿Qué encontró la Fiscalía?
El ente acusador sostiene que el homicidio se llevó a cabo en “ambientes de la vivienda donde la víctima no podía contar con auxilio inmediato”, por lo que Roa habría actuado “sobre seguro, utilizando un medio comisivo apto para causar el resultado deseado”.
El cuerpo tenía por lo menos nueve heridas en la cabeza, cortes defensivos en las manos y brazos. Asimismo, se explica que debido a la “multiplicidad de lesiones en las zonas vitales”, el homicida le habría causado “un sufrimiento y padecimiento innecesario y extraordinario en la víctima”, lo que para la Fiscalía apunta a un accionar con “alevosía“.
Además, según revela la prensa, en el lugar había rastros de sangre en el piso, en una habitación, en las paredes y en el baño. “El cuerpo de la víctima estaba en la bañera, nadando en sangre”, dijo el fiscal acusador.
Versiones encontradas
El pasado viernes 9 de agosto del 2024, Roa se presentó a una comisaria de forma voluntaria para contar que le había “quitado la vida a una persona” y allí fue entrevistado por miembros del Ministerio Público Fiscal y de la Defensa Pública.
Según esta última, el joven fue al lugar para pedir ayuda y no para “confesar un delito”, por lo que solicitan que se analice “su estado anímico y mental”.
La parte acusadora expuso que dos días antes del homicidio, Roa vivía en el departamento donde la víctima fue encontrada, por lo que piden cuatro meses de prisión preventiva para impedir que interfiera con la investigación o vaya a fugarse.
La defensa se opone a esa medida y argumenta que el padrino habría intentado abusar de Roa, aprovechando la confianza entre ambos, por lo que insiste en su petición de prisión domiciliaria al no hallar que exista riesgo de evasión.
¿Qué han adelantado las investigaciones?
En el edificio donde ocurrió el asesinato, las autoridades revisaron las cámaras de seguridad, donde se registró la llegada de ambos. Los vecinos fueron entrevistados, al igual que los compañeros de trabajo de la víctima.
En la vivienda hallaron una chaqueta donde se escondió el arma blanca que habría sido usada para asesinar a Ceballos y “rastros de pies descalzos, como también de zapatillas”.
Las autoridades requisaron cuatro celulares, que les permitirán saber qué ocurrió durante las 13 horas en las que habría ocurrido la muerte del trabajador público.