Por su parte, en respuesta al informe, un portavoz del Departamento de Defensa sostuvo que “sería inapropiado comentar la metodología de estudios” que no lleva a cabo el propio organismo gubernamental.
La tasa de agresión sexual en el Ejército de EE.UU. es probablemente hasta dos y cuatro veces superior a la de las estimaciones oficiales del Gobierno estadounidense, según un nuevo estudio realizado por el ‘Proyecto Costes de la Guerra’ del Instituto Watson de la Universidad de Brown.
Para evaluar la envergadura de los casos de abusos sexuales en el Ejército estadounidense desde 2001, los investigadores compararon los datos oficiales sobre la agresión sexual proporcionados por el Departamento de Defensa de EE.UU. con la información recopilada de fuentes independientes.
La prevalencia real
Así, según el Departamento de Defensa, en 2021 se registraron en el Ejército estadounidense alrededor de 35.900 casos de agresión sexual, mientras que en 2023 esta cifra descendió a los 29.000 incidentes. Sin embargo, el estudio, con referencia a los recursos informativos independientes, señala que en 2021 hubo 75.569 incidentes de agresión sexual y esa cifra no ha cambiado mucho en comparación con el año 2023, con 73.695 casos, la mayoría de los cuales no se denuncia.
“Durante las guerras posteriores al 11 de septiembre [de 2001], los datos independientes sugieren que la prevalencia real de agresiones sexuales es entre dos y cuatro veces mayor que las estimaciones del Departamento de Defensa“, reza el informe, indicando que los datos obtenidos por el equipo demuestran cifras más precisas que las oficiales. Además, de acuerdo con el estudio, de promedio, durante la guerra en Afganistán, el 24 % de las mujeres y el 1,9 % de los hombres en servicio activo sufrieron violencia sexual. Además, indica que entre otros grupos que corren un mayor riesgo se encuentran las minorías raciales.
Por su parte, en respuesta al informe, un portavoz del Departamento de Defensa sostuvo que “sería inapropiado comentar la metodología de estudios” que no lleva a cabo el propio organismo gubernamental. “El Departamento continúa con su constante progreso para crear un clima de mando sólido y prevenir las agresiones sexuales, ayudar a las supervivientes de violencia sexual a recuperarse y hacer que los presuntos agresores rindan cuentas de manera adecuada”, señaló, agregando que “la violencia sexual no será tolerada ni ignorada”.
El informe fue publicado un año después de que otro del Pentágono revelara que los registros de agresiones sexuales en las tres academias militares del país habían aumentado más del 18 % entre 2021 y 2022, alcanzando un nuevo máximo.