Además, era conocido por su hijo, Dodi, que fue la última pareja de la princesa Diana y falleció junto a ella el 31 de agosto de 1997 en un accidente de tráfico en la capital francesa, París.
El multimillonario egipcio Mohamed Al-Fayed, que falleció en 2023 a los 94 años, está siendo acusado de agresión sexual y violación por varias mujeres que trabajaron con él en la lujosa tienda departamental londinense Harrods, de la que fuera propietario durante 25 años.
Además, era conocido por su hijo, Dodi, que fue la última pareja de la princesa Diana y falleció junto a ella el 31 de agosto de 1997 en un accidente de tráfico en la capital francesa, París.
“Lo diremos claramente: Mohamed Al-Fayed era un monstruo. Era un monstruo permitido por un sistema; un sistema que se había extendido por Harrods”, afirmó ayer viernes 20 de septiembre del 2024 Dean Armstrong, miembro principal de un grupo de abogados de 37 mujeres que presentarán una demanda civil contra el conocido centro comercial.
Los abogados se pronunciaron en una rueda de prensa tras el estreno el pasado jueves 19 de septiembre del 2024 del documental de la cadena BBC, ‘Al-Fayed: depredador en Harrods’, que expone por primera vez la magnitud y gravedad de las acusaciones contra el magnate, así como el sistema que ayudó a encubrirlas.
Amstrong, que junto a sus colegas participó en la investigación del reportaje, aseguró que se trata de un caso de “abuso sistemático”, que combina algunos de los elementos “más horribles” de otros casos famosos de delitos sexuales como el del icónico presentador de la BBC Jimmy Savile, el empresario Jeffrey Epstein y el exproductor de Hollywood, Harvey Weinstein. “Llevo muchos años ejerciendo y nunca he visto un caso tan horrible como este”, afirmó.
Según sus declaraciones, Al-Fayed estableció un “sistema de tráfico de mujeres” dentro de Harrods controlado por él entre 1985 y 2010. El abogado Bruce Drummond, presente en la conferencia, dijo que la mayoría de ellas tenían entre 19 y 24 años, mientras que algunas tan solo 15 o 16 años.
Se trata de “uno de los peores casos de explotación sexual corporativa” que ha presenciado el mundo hasta la fecha, aseguró. “El sistema que las contrató permitió el abuso […] Esto nunca debería haber sucedido y Harrods debe aceptar la responsabilidad por el daño que han sufrido estas mujeres”, añadió.
“Ahora somos muy diferentes”
Se presume que Harrods no solo estuvo involucrado en los abusos, muchos de los cuales ocurrieron dentro de sus instalaciones, sino que ayudó a encubrir las acusaciones. Al respecto, Amstrong dijo que la investigación demuestra un “absoluto fracaso de la responsabilidad corporativa” y que “es hora de que asuman su responsabilidad”.
En un comunicado respecto al documental del pasado jueves 19 de septiembre del 2024, el centro comercial afirmó estar “totalmente consternado” por las acusaciones de abuso y condenó enérgicamente cualquier acción que Al-Fayed pudo haber cometido. “Estas fueron las acciones de un individuo que estaba decidido a abusar de su poder dondequiera que operara”.
Por otro lado, Harrods pidió sinceras disculpas a sus empleados que fueron víctimas y subrayó que en la actualidad son una “organización muy diferente”. Indicaron que desde 2023, cuando salieron a la luz los primeros informes de abusos sexuales por parte del multimillonario, su prioridad ha sido “resolver las reclamaciones de la forma más rápida posible, evitando largos procesos judiciales a las mujeres implicadas”.
Depredador en Harrods
La BBC escuchó el testimonio de más de 20 exempleadas de Harrods, 13 de las cuales aparecen en su documental, y afirman haber sido agredidas sexualmente; cinco de ellas lo acusan de violación.
De acuerdo con antiguos empleados, el propietario visitaba regularmente los almacenes e identificaba a las jóvenes que le parecían atractivas, a quienes luego promovía para trabajar en sus oficinas, uno de los sitios donde ocurrieron los ataques. Se cree que su casa de Londres y el hotel Ritz de París, también de su propiedad, fueron otros escenarios.
Los relatos de las víctimas revelaron no solo la red de corrupción e intimidación dentro de la organización, sino un patrón de comportamiento depredador y abusivo de Al-Fayed.
Todas las entrevistadas dijeron que les costó denunciar los hechos debido a la intimidación que sufrían en el trabajo. Algunas tenían miedo de hablar entre ellas sobre los abusos de Al-Fayed, reforzado por amenazas de vigilancia y escuchas telefónicas.
Catorce de las mujeres con las que el medio dialogó recientemente presentaron demandas civiles contra Harrods por daños y perjuicios.