Murió en medio de una balacera a los pies de un mural dedicado a la Santa Muerte, según informan medios locales.
La Fiscalía General de México confirmó el asesinato de tres personas el pasado viernes 1 de noviembre del 2024, una de ellas María del Rosario, alias la ‘Madrina Chayo’, quien era líder del popular culto mexicano de la Santa Muerte en el estado de Guanajuato, México.
Murió en medio de una balacera a los pies de un mural dedicado a la Santa Muerte, según informan medios locales.
Además de los fallecidos, que incluyen a otra mujer y un adolescente de 16 años, las autoridades informaron que ocho personas resultaron heridas en ese mismo día durante un ataque armado perpetrado contra los asistentes de la celebración del Día de Muertos, en la colonia Flores de Magón de la ciudad de León.
Entre los lesionados se encuentran seis adultos y dos niños.
De acuerdo con los reportes policiales, varios hombres llegaron al lugar y abrieron fuego contra la multitud en horas de la tarde. Las autoridades han iniciado las investigaciones pertinentes, aunque aún no registran ningún detenido.
El festejo había sido organizado por la ‘Madrina Chayo’ en frente de una casa con el mural de la Santa Muerte, una figura vestida con un hábito de monja de color negro y que sostiene una guadaña en la mano.
Sus seguidores le piden protección ante la muerte; sin embargo, no es reconocida por la Iglesia católica y los líderes religiosos en México la han vinculado con la violencia y el narcotráfico. Al igual que el Día de Muertos de México, la Santa Muerte se conmemora el 1 y 2 de noviembre.
De acuerdo con los reportes policiales, varios hombres llegaron al lugar y abrieron fuego contra la multitud en horas de la tarde. Las autoridades han iniciado las investigaciones pertinentes, aunque aún no registran ningún detenido.
El festejo había sido organizado por la ‘Madrina Chayo’ en frente de una casa con el mural de la Santa Muerte, una figura vestida con un hábito de monja de color negro y que sostiene una guadaña en la mano.
Sus seguidores le piden protección ante la muerte; sin embargo, no es reconocida por la Iglesia católica y los líderes religiosos en México la han vinculado con la violencia y el narcotráfico. Al igual que el Día de Muertos de México, la Santa Muerte se conmemora el 1 y 2 de noviembre.