Dentro de su vivienda, en Alcalá de Henares, el hombre guardaba 20 millones de euros (21,4 millones de dólares), que escondía en el sótano, detrás de una pared.
La casa de Óscar Sánchez Gil, el jefe de la Sección de Delitos Económicos de la Jefatura Superior de Madrid de la Política Nacional de España que fue detenido el pasado miércoles 6 de noviembre del 2024 junto con su esposa por presuntos vínculos con el narcotráfico, es “como la de Pablo Escobar”, afirmaron a El Mundo policías al tanto del asunto.
Dentro de su vivienda, en Alcalá de Henares, el hombre guardaba 20 millones de euros (21,4 millones de dólares), que escondía en el sótano, detrás de una pared. Los informantes compararon este caso con el del famoso narco colombiano, debido a la gran cantidad de dinero hallada en la casa y a las estrictas medidas de seguridad destinadas a proteger la enorme suma de efectivo.
“Nunca un policía había ganado tanto dinero pervirtiendo el uso de su uniforme y de su placa”, declararon los informantes al El Debate.
Previamente, se supo que Óscar Sánchez Gil llevaba al menos cinco años colaborando con una poderosa organización de narcos que transportaba droga a España.
Según las primeras investigaciones, Sánchez Gil se encargaba de encubrir la entrada de la droga en contenedores de fruta procedentes de Ecuador, indicando a los delincuentes cómo burlar los controles policiales, ya que había trabajado en la sección de Estupefacientes de la Brigada Central de la Policía Nacional.
Asimismo, las fuentes cercanas a la operación señalaron al diario español El Mundo que la participación del jefe policial en esta red internacional de narcotráfico es considerable y que, aunque no se le considera un líder de la organización, se encuentra en una posición muy cercana.
Óscar Sánchez Gil mantenía una imagen discreta dentro del Cuerpo, aunque contaba con una trayectoria destacada, especialmente en la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco).
Pocos sospechaban que, según las investigaciones de Asuntos Internos, podría estar vinculado a un poderoso clan de narcotraficantes dedicado a asegurar el ingreso de contenedores de cocaína en puertos clave de España.
La cantidad obtenida por el inspector jefe supone un récord de corrupción en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. «Nunca un policía había ganado tanto dinero pervirtiendo el uso de su uniforme y su placa», según relatan fuentes de la investigación
Su implicación en esta trama comenzó, de acuerdo con Asuntos Internos, mientras lideraba el grupo 36 de la Udyco, especializado en combatir el tráfico de drogas en internet. Fue en esta etapa cuando, presuntamente, Sánchez Gil empezó a colaborar activamente con este grupo criminal, facilitándoles información sobre rutas y horarios seguros en los que los contenedores no serían inspeccionados.
En España, solo un 2 % de los contenedores son revisados por Vigilancia Aduanera, por lo que asegurar un transporte libre de controles resulta altamente valioso para estas redes de narcotráfico, y se paga generosamente.