El exjefe militar Marco Antonio Freire Gomes reveló esta información el pasado 1 de marzo del 2024, pero se conoció ayer viernes 15 de marzo del 2024 gracias a filtraciones periodísticas
Jair Bolsonaro recibió hoy viernes 15 de marzo del 2024 otro golpe en el proceso que lo investiga por los ataques a las sedes de los poderes en Brasil: el excomandante del Ejército declaró ante la Policía Federal (PF) que el expresidente ultraderechista le presentó a él y a los otros comandantes de las Fuerzas Armadas un borrador de decreto golpista para evitar su salida del poder.
El exjefe militar Marco Antonio Freire Gomes reveló esta información el pasado 1 de marzo del 2024, pero se conoció ayer viernes 15 de marzo del 2024 gracias a filtraciones periodísticas.
Según él, Bolsonaro se reunió el 7 de diciembre de 2022 y en otras dos ocasiones con la cúpula militar en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial en Brasilia, para plantearles distintos mecanismos jurídicos para poder mantenerse en el poder.
En esa época faltaban pocas semanas para que el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, vencedor ajustado de las elecciones de octubre, asumiera su tercer mandato el 1 de enero de 2023.
Ocho días después de esa fecha, miles de bolsonaristas arrasaron salvajemente los icónicos edificios del Palacio de Planalto, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal (STF), en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo.
Está considerado el mayor ataque a la democracia de Brasil desde el fin de la dictadura militar (1964-1985).
Estado de sitio
Según la filtración, el entonces presidente presentó a la cúpula militar un documento decretando el estado de sitio y la intervención del Tribunal Superior Electoral (TSE) para “aclarar la conformidad y la legalidad del proceso electoral“, en palabras de Freire Gomes.
El excomandante aseguró que el texto era similar al borrador encontrado en enero de 2023 en la casa del exministro de Justicia de Bolsonaro, Anderson Torres, que incluía la intervención del Tribunal Superior Electoral y la detención de jueces y del presidente de Congreso.
Freire declaró también que él y el excomandante de la Aeronáutica, Almeida Baptista Junior, se opusieron “de forma contundente” al contenido expuesto de Bolsonaro y asegura que “no había soporte jurídico para tomar ninguna actitud”.
Según su testimonio, el exjefe de la Marina, Almir Garnier, sí habría apoyado los planes del exmandatario.
La revelación de hoy viernes 15 de marzo del 2024 motivó que el juez del Tribunal Supremo de Justicia de Brasil, Alexandre de Moraes, reconocido por el mayor adversario de Bolsonaro, levantara el secreto de sumario de las declaraciones de varios investigados ante la PF, entre los que figuran el propio expresidente y la cúpula militar.
A partir de ahí, aparecieron otras informaciones como, por ejemplo, que el exjefe de la Aeronáutica dijo que Freire Gomes advirtió a Bolsonaro que le detendría en caso de que intentase consumar sus planes golpistas.
Un antes y un después
Bolsonaro arremetió durante su mandato contra el resto de poderes, especialmente el Judicial, con abiertas amenazas a jueces como De Moraes. Pero siempre negó cualquier participación en la intentona golpista.
Por ahora, figura en la causa como investigado en el Tribunal Supremo por supuestamente instigar los ataques del 8 de enero de 2022, pero la declaración del exjefe del Ejército podría marcar un antes y un después: es la primera vez que su nombre es vinculado expresamente con los borradores con intenciones golpistas que los investigadores han ido encontrando desde que arrancaron las pesquisas, hace más de un año
A principios de febrero del 2024, el Tribunal Supremo le impuso medidas cautelares al exjefe de Estado: le confiscó el pasaporte, con la prohibición de abandonar el país, y ordenó que no puede entrar en contacto con el resto de investigados.
Eso fue después de que la Policía se presentara en su casa de veraneo, donde entre otras cosas encontró un video de una reunión en la que Bolsonaro pedía a sus ministros “actuar” antes de las elecciones de 2022, para no convertir a Brasil en “una gran guerrilla”.