Así lo denunció a medios locales un profesor del distrito de Nueva Prosperina, en el norte de Guayaquil, Ecuador.
Ser un alumno destacado en los deportes, en las artes o en las matemáticas en Ecuador también puede ser un imán para las organizaciones criminales, que buscan reclutar a este tipo de estudiantes en las instituciones educativas.
Así lo denunció a medios locales un profesor del distrito de Nueva Prosperina, en el norte de Guayaquil.
Su testimonio, recogido de manera anónima por el programa ‘Televistazo’, transmitido por Ecuavisa, alertó sobre las peligrosas dinámicas que se desarrollan en las escuelas y que ponen en riesgo a las infancias.
“Si un chico es muy hábil, incluso con las matemáticas, pueden reclutar para que hasta se haga trabajos de contabilidad dentro de la organización. ¿Por qué? Porque todos esos tipos de habilidades son los que ellos [las organizaciones criminales] necesitan”, aseguró el profesor.
Para el maestro, hay varios factores que incentivan la captación de jóvenes, de entre 12 y 16 años, para trabajos dentro de peligrosas bandas, como la necesidad de pertenencia social, la oda a la narcocultura o la jerarquía que pueden obtener en su círculo, si dicen que pertenecen a alguna organización criminal.
“Este sentido de pertenencia lo llevan desde el cabello, los tatuajes, y la vestimenta”, aseveró el profesor, quien afirmó que muchos de sus estudiantes se han presentado a clases bajos los efectos del alcohol, las drogas o con signos de haber sido golpeados por problemas con las estructuras delincuenciales.
En las paredes de los planteles, según contó, ya se empiezan a ver pintadas con el nombre de las organizaciones delictivas, mientras que se ha hecho común que los jóvenes comenten en los pasillos su supuesta afiliación a esas bandas. Los profesores, por su parte, se abstienen de denunciar públicamente por temor a represalias.
“No sabemos a qué nos atenemos al momento de hacerlo. No sabemos si al salir de la institución alguien nos va a estar esperando”, relató, tras aseverar que la mayoría de los jóvenes no son reclutados para el menudeo de droga, sino más bien para la extorsión a locales o viviendas.
Aunque hay menores de edad que tienen contacto con las drogas, el profesor entrevistado reconoció que algunos reclutados tienen prohibida la venta o consumo de estas sustancias, si desean pertenecer a una organización ilegal.
Uno de los aspectos más preocupantes, según las palabras del entrevistado, es la paulatina introducción de armas en los planteles educativos.
En el país suramericano, según algunos expertos, ha crecido el reclutamiento de niños y adolescentes para que formen parte de las bandas criminales.
En la toma del canal TC Televisión, ubicado en Guayaquil, por parte de personas armadas, dos de los 13 capturados y procesados por terrorismo eran menores.
Un equipo de #Televistazo 📺 estuvo una semana en Nueva Prosperina, en el noroeste de #Guayaquil, considerado uno de los más peligrosos de Sudamérica, para recoger testimonios de cómo los menores de edad son reclutados por organizaciones delincuenciales.
— Ecuavisa Noticias (@EcuavisaInforma) August 5, 2024
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