A la luz de los resultados obtenidos, algunas de las alteraciones moleculares no lineales están asociadas con el proceso de envejecimiento
Nuevo estudio de la Universidad de Stanford publicado el 14 de agosto del 2024 en en la revista Nature Aging revelan que un gran número de moléculas y de microrganismos de nuestro cuerpo aumentan o disminuyen drásticamente en dos momentos específicos de nuestra vida, marcando un antes y un después en el ciclo vital de cada persona concluye el estudio
Un grupo de científicos recolectó cada 3-6 meses muestras biológicas de 108 participantes, con un período de seguimiento medio de 1,7 años y uno máximo de 6,8 años. Los participantes en la investigación fueron ciudadanos estadounidenses de diversos orígenes étnicos y edades que oscilaban entre lo 25 y 75 años. El 51 % eran mujeres.
A la luz de los resultados obtenidos, algunas de las alteraciones moleculares no lineales están asociadas con el proceso de envejecimiento, presentando el 81 % de las moléculas estudiadas este tipo de oscilaciones, lo que significa que sufrieron más cambios en determinados momentos que en otros, en especial, a los 44 y los 60 años de edad biológica.
“No estamos solamente cambiando paulatinamente con el tiempo; hay cambios que son realmente dramáticos“, sostiene Michael Snyder, uno de los autores principales del estudio. “Resulta que a mediados de los 40 (años de edad) es un momento de cambios dramáticos, al igual que a principios de los 60 (años de edad) “, afirma, subrayando que el resultado de las observaciones se mantiene más allá de la clase de moléculas que analicemos.
Además, según revelan los datos recopilados, en las personas que tenían en torno a 40 años, se observaron cambios destacados en el número de moléculas relacionadas con el alcohol y la cafeína, las enfermedades cardiovasculares y el estado de la piel y de los músculos, además del metabolismo de los lípidos.
En cuanto a aquellos de alrededor de 60 años, las modificaciones estaban vinculadas con el metabolismo de los carbohidratos y la cafeína, la regulación inmunológica, la función renal y las enfermedades cardiovasculares.
Lo que sorprendió a los investigadores es que su hipótesis de que la menopausia o la perimenopausia jugaba un papel importante en la producción de los cambios moleculares en las mujeres de 40 años no se confirmara.
Al dividir al grupo de estudio de 40 años por sexo, los científicos descubrieron que las alteraciones producidas afectaban por igual a hombres que a las mujeres. “Esto sugiere que, si bien la menopausia o la perimenopausia pueden contribuir a los cambios observados en las mujeres de unos 40 años, es probable que existan otros factores más significativos que influyan en estos cambios, tanto en hombres como en mujeres“, recalca Xiaotao Shen, autor principal de la investigación.
Sin embargo, los científicos no descartan que algunos de estas modificaciones moleculares que experimentan las personas a los 40 y a los 60 estén relacionadas con el estilo de vida o con factores de conducta que se concentran en estos grupos de edad, y no con factores biológicos.
Con iinformación proporcionada por Oriana Tassoni