El hoy rey emérito español ha tenido un comportamiento delincuencial durante su vida
La reciente filtración de unos audios del exmonarca español Juan Carlos I con una de sus amantes, que aludían al golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, dejó varias dudas sobre esos hechos, que hoy han empezado a esclarecerse.
Ayer miércoles 23 de octubre del 2024, el diario español Público reveló el testimonio de una fuente, a la que califica de “toda solvencia“, que habría escuchado de boca del jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campo, que la intentona militar fue promovida por el propio rey emérito español Juan Carlos I.
Esa historia fue contrastada por otras fuentes, que corroboraron la versión.
Ese relato podría despejar algunas incógnitas que quedaron flotando después de la divulgación de los audios de Juan Carlos I, quien se quejaba de que Fernández Campo –fallecido en 2009- hubiese hablado demasiado, a diferencia del prudente silencio que mantuvo el general Alfonso Armada.
Dolido por un despido
La fuente cuenta que Fernández Campo estaba dolido por su salida de la Casa Real, después de que Juan Carlos I le destituyera por haber revelado a la prensa su relación extramatrimonial con Marta Gayá. Sus confesiones se enmarcarían en una especie de venganza personal.
En ese contexto, el exjefe de la Casa Real contó que el rey promovió el golpe de Estado para acabar con la carrera política del entonces presidente de Gobierno, Adolfo Suárez, y con su partido, Unión de Centro Democrático (UCD). En la treta también habría intervenido Manuel Prado y Colón de Carvajal, testaferro y administrador de la fortuna del monarca, cuyo papel supuestamente fue el de convencer a los generales participantes.
Dice la fuente que, en palabras de Fernández del Campo, “los estadounidenses de la embajada” desviaron a los soldados profesionales que tenían que acudir al Congreso y los reemplazaron por guardias civiles, al mando del coronel golpista Antonio Tejero, que fue quien finalmente entró disparando en la Cámara Baja y retuvo a los diputados.
Brindando con champán
“Al comenzar el golpe, él [Fernández del Campo] entró en la sala donde estaba el rey, acompañado de la reina y de su hijo, y le sorprendió ver que Prado y don Juan Carlos I estaban brindando con champán y comentando que todo había salido perfecto”, continúa el testimonio citado por el medio español.
Según esta versión, el entonces presidente de Francia, Giscard D’Estaing, criticó duramente lo sucedido, al considerar que se trataba de un movimiento de militares ultras que querían evitar la inevitable victoria socialista en la siguientes elecciones.
La reacción de D’Estaing y la indisciplina de Tejero hacia las órdenes que recibía de Armada, habrían estado detrás de la decisión final del monarca, quien muchas horas más tarde leyó un breve discurso televisado para desautorizar el golpe de Estado y forjar su propia leyenda de defensor de la democracia, después de haber sido aupado al trono por el dictador Francisco Franco.
Armada fue condenado a 30 años de prisión, pero fue indultado en 1988 por el Gobierno, que alegó razones de salud.
Vivió 25 años más en su pazo de Galicia y nunca habló sobre aquel suceso.