Los hechos ocurrieron en mayo de 2021, cuando el hombre, que en ese entonces tenía 44 años de edad, llevó a su esposa a la cubierta del ferry durante el trayecto desde Yantai hasta Dalian, en el noreste de China.
En China un hombre fue condenado a muerte por homicidio intencional de su cónyuge, a quien la empujó al mar desde un ferry con la intención de reclamar la compensación del seguro de vida para saldar todas sus deudas y pagar servicios de prostitución, informa el diario chino South China Morning Post.
Los hechos ocurrieron en mayo de 2021, cuando el hombre de apellido Li, que en ese entonces tenía 44 años de edad, llevó a su esposa a la cubierta del ferry durante el trayecto desde Yantai hasta Dalian, en el noreste de China. El sujeto buscó premeditadamente un punto ciego en medio de más de 200 cámaras del barco, y engañando a la mujer la empujó por la borda.
Antes del crimen Li habría sobregirado varias tarjetas a nombre de su esposa, puesto que tenía deudas pendientes. Él sabía que si la muerte ocurría en un medio de transporte en movimiento la indemnización del seguro ascendía a 12 millones de yuanes (unos 1,6 millones de dólares).
El engaño de Li
El viudo, dueño de un restaurante en Shanghái, levantó las sospechas de las autoridades por la insistencia en obtener el certificado de defunción de su esposa y querer incinerar rápidamente el cuerpo, supuestamente siguiendo las tradiciones de su ciudad natal.
La investigación reveló que Li estuvo soltero hasta octubre de 2020, cuando se casó con su futura víctima, de 46 años, divorciada dos veces y con dos hijos. Sin embargo, los familiares, amigos y vecinos de la pareja desconocían su matrimonio, y la mujer a vista de los demás parecía ser una camarera más del restaurante de Li.
Las autoridades descubrieron que el sospechoso tenía una amante de 19 años con quien salía mientras estaba casado. Además, poco después de la muerte de su esposa solicitó servicios de prostitución en la habitación de un hotel.
El resultado forense finalmente determinó que la mujer fue golpeada a puños y asfixiada antes de fallecer. Asimismo, la caída no fue un accidente, sino más bien causada por un empujón.
En 2023, el Tribunal Popular Intermedio rechazó la apelación del acusado y concluyó que Li era culpable de homicidio y fraude, por lo que se le sentenció a pena de muerte. Aún se desconoce si la sentencia ya fue ejecutada.
