Josso, de 48 años, recordó que le pareció extraño que el senador insistiera en brindar reiteradamente, como para que bebiera su copa más rápido, y que la champaña “no sabía igual que de costumbre”.
La legisladora francesa Sandrine Josso, quien acusa al senador Joel Guerriau de haberla drogado con éxtasis con la intención de agredirla sexualmente, se pronunció por primera vez públicamente tras presentar la denuncia.
En una entrevista concedida el pasado lunes 20 de noviembre del 2022 al canal France 5, la legisladora reveló algunos detalles de lo ocurrido en la noche del martes 14 de noviembre del 2023 cuando llegó a la casa parisina de su colega parlamentario.
Guerriau, de 66 años, invitó a la legisladora a celebrar con una cena el haber sido reelegido representante de la región de Loira Atlántico.
La integrante de la Cámara Baja y del centrista partido MoDem, que representa a la misma región, dijo haber aceptado la invitación “con confianza”, dado que ambos habían mantenido una amistad durante 10 años, y que inicialmente se suponía que el encuentro sería en un restaurante.
Josso, de 48 años, recordó que le pareció extraño que el senador insistiera en brindar reiteradamente, como para que bebiera su copa más rápido, y que la champaña “no sabía igual que de costumbre”.
La parlamentaria detalló que Guerriau estuvo jugando con el regulador de intensidad de la luz en la sala, bien fuese aumentándola o atenuándola. Según le explicaron más tarde los médicos, se cree que es una manera de “incrementar la eficacia” de ciertas drogas.
Al poco, todavía en la casa del senador, se dio cuenta de que estaba “bajo la influencia de drogas“, ya que le palpitaba el corazón, sudaba y le “temblaban las piernas”.
“Pensé que me iba a morir de un infarto. Pensé que me iba a morir, pensé que iba a abusar de mí“, contó Josso.
“Instinto de supervivencia“
Fue entonces cuando se puso en marcha su “instinto de supervivencia”: cogió el teléfono y llamó a un taxi. Reunió toda su fuerza y salió, aunque le costaba mantenerse de pie. Recordó cómo el senador la siguió todo el tiempo hasta llegar al taxi. “Yo estaba en pánico. Me sigue en el ascensor, me sigue en el patio, me sigue hasta el taxi”.
Tras huir, se sometió a un examen de laboratorio que reveló la presencia de éxtasis en su organismo.
Posteriormente, un registro policial en el domicilio del senador halló muestras de esa droga. Enseguida se presentó una denuncia en su contra por “administrar a una persona, sin su conocimiento, una sustancia que podría alterar su juicio o su autocontrol, con la intención de cometer una violación o una agresión sexual”, informó la Fiscalía de París. El delito está castigado con cinco años de cárcel y una multa de 75.000 euros (casi 82.000 dólares).
El funcionario también enfrenta cargos preliminares por consumo y posesión de drogas. Aunque más adelante fue puesto en libertad bajo supervisión judicial, al legislador se le prohibió comunicarse con la víctima y los testigos durante la investigación.
Josso dijo sufrir un “estrés postraumático” que es “insoportable“, y afirmó estar dispuesta a crear conciencia al respecto e instar al Gobierno a tomar medidas contra el “flagelo” de la sumisión química.