Kathleen Folbigg
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Se le dictaron sentencias absolutorias por sus condenas por tres cargos de asesinato, un cargo de homicidio involuntario y un cargo de infligir maliciosamente lesiones corporales graves.

El Tribunal de Apelación Penal de Nueva Gales del Sur (Australia) anuló ayer jueves 14 de diciembre del 2023 todas las condenas de Kathleen Folbigg, una mujer que pasó 20 años en prisión por la muerte de sus cuatro bebésinformaron medios locales.

Folbigg, quien fuera tachada de ‘la peor asesina en serie de Australia’, recibió la noticia tras un mes de deliberaciones dentro del Tribunal Supremo, donde se concluyó que un “conjunto sustancial y extenso de nueva evidencia científica” había creado “dudas razonables” sobre su culpabilidad.

De este modo, se dictaron sentencias absolutorias por sus condenas por tres cargos de asesinato, un cargo de homicidio involuntario y un cargo de infligir maliciosamente lesiones corporales graves.

Esta decisión fue calificada de histórica por la defensa de Folbigg y podría desembocar en la solicitud de una compensación económica récord. “No estoy dispuesta a poner una cifra, pero será mayor que cualquier pago sustancial que se haya realizado antes”, afirmó su abogada, Rhanee Rego.

Folbigg, de 56 años, había sido encarcelada en 2003 por la muerte entre 1989 y 1999 de sus hijos Caleb, Patrick, Sarah y Laura, que tenían entre 19 días y 19 meses de edad. Fue acusada de haberlos asfixiado y recibió una condena de 40 años de prisión, reducidos posteriormente a 30. Sin embargo, en junio del 2023 fue indultada y puesta en libertad después de que una investigación concluyera que las pruebas científicas del caso arrojaban ciertas inquietudes.

La evidencia médica apuntaba a que las causas de la muerte de dos de sus hijos verdaderamente habían podido ser naturales.

En 2021, decenas de destacados científicos solicitaron la liberación de Folbigg, basándose en un estudio que indica que sus dos hijas tenían una mutación genética que puede causar arritmias cardiacas y muerte súbita en niños pequeños.

En 2022, se ordenó una investigación, dirigida por el expresidente del Tribunal Supremo de Nueva Gales del Sur, Tom Bathurst. En febrero del 2023, la neuróloga de alto nivel Monique Ryan determinó que otro de los niños, Patrick, probablemente había muerto después de un ataque epiléptico.  

Bathurst, quien publicó su informe final el mes pasado, afirma que Patrick probablemente murió de un trastorno neurogenético y no de asfixia. En cuanto al caso de Caleb, señala que no se encontró “ninguna causa identificable” de muerte, pero que tampoco se excluyó la “posibilidad razonable” de un deceso por “causas naturales desconocidas”.

“He llegado a la conclusión de que la relación que la señora Folbigg tenía con sus hijos no respalda la inferencia de que ella los mató”, aseveró.

Respecto a su caso, Folbigg dijo ayer jueves 14 de diciembre del 2023 a las afueras del tribunal que la absolvió que estaba agradecida de que los descubrimientos científicos y genéticos hubieran proporcionado respuestas sobre la muerte de sus hijos, y por todo el sacrifico de sus familiares, profesionales científicos y legales. Al mismo tiempo, considera que nunca debió haber sido encerrada.

“Durante casi un cuarto de siglo me enfrenté a la incredulidad y la hostilidad. Sufrí vejaciones en todas sus formas (…) El sistema prefirió culparme en lugar de aceptar que a veces los niños pueden morir, y de hecho lo hacen, de manera repentina, inesperada y desgarradora. Creo que el sistema y la sociedad deben pensar antes de culpar a un padre de haber lastimado a sus hijos”, expresó.

Por Redacción Cuaima Team

Redacción CuaimaTeam

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