El regreso de Mancuso —que estuvo casi 16 años en una prisión de EE.UU. con una condena por narcotráfico— ha avivado las heridas de las víctimas de sus crímenes, que ven su retorno como una oportunidad para acceder a la justicia, verdad y reparación.
La llegada a Colombia del excomandante paramilitar Salvatore Mancuso, deportado de EE.UU., ha estremecido el suelo del país suramericano, y se ha ubicado como uno de los sucesos de mayor trascendencia en los últimos años.
Mientras que en los medios aún se transmiten imágenes de su arribo al Aeropuerto Internacional El Dorado, en Bogotá, bajo fortísimas medidas de seguridad, la atención está puesta en el próximo viernes 1 de marzo del 2024 cuando el exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) deberá comparecer ante un juez de Justicia y Paz para conocer si quedará en libertad o en la cárcel.
El regreso de Mancuso —que estuvo casi 16 años en una prisión de EE.UU. con una condena por narcotráfico— ha avivado las heridas de las víctimas de sus crímenes, que ven su retorno como una oportunidad para acceder a la justicia, verdad y reparación.
En la acera contraria se ubica el expresidente derechista Álvaro Uribe, quien ha sido señalado en varias oportunidades por Mancuso de haber tenido vínculos con el paramilitarismo, lo que ha sido negado por el también exgobernador de Antioquia.
Frente a la creciente expectativa que genera la vuelta de ‘Triple Cero‘, como era conocido, cinco temas claves se han puesto sobre la mesa en las primeras horas tras su esperado regreso.
1. La carta
La defensa de Mancuso había expresado reiteradamente que su cliente correría peligro al llegar a Colombia, por lo que le había solicitado que EE.UU. considerara su deportación a Italia, en vista de que el exparamilitar es hijo de un migrante de ese país europeo.
Pero posteriormente, en una carta, Mancuso expresó su confianza en los mecanismos de justicia que lo acogieron y en su nombramiento como gestor de paz por parte del presidente, Gustavo Petro.
Se espera que Mancuso se someta ante el tribunal de Justicia y Paz, creado en 2005 tras la desmovilización de las AUC, y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que lo admitió en 2023 en calidad de “bisagra” entre la Fuerza Pública y el paramilitarismo.
2. La seguridad
El director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), Daniel Gutiérrez, explicó en una rueda de prensa que el excomandante paramilitar será custodiado por 64 guardias, distribuidos en varios turnos, que vigilarán el pabellón de extraditables de la cárcel ‘La Picota‘, en Bogotá.
Gutiérrez detalló que la celda donde estará Mancuso mide 3×4 metros cuadrados, con paredes de entre 30 y 40 centímetros de grosor. Para ingresar hay que pasar cinco filtros y no se permitirá el ingreso de alimentos sin previa supervisión.
A pesar de estas medidas extremas, los abogados de Mancuso han pedido que se cambie el lugar de reclusión.
3. ¿Cárcel o libertad?
Se espera que el próximo viernes 1 de marzo del 2024, a las 10:00 de la mañana (hora local), el excomandante paramilitar comparezca ante un juzgado de ejecución de penas de Justicia y Paz para definir si se acepta la petición de ser liberado para realizar su labor de gestor de paz, recoge Caracol Radio.
Según la JEP, Mancuso tiene tres sentencias condenatorias impuestas por el tribunal de Justicia y Paz.
Este aspecto ha generado expectativa y especulaciones debido a los procesos abiertos que tiene también con la JEP y la Fiscalía, que anunció más investigaciones en su contra.
Entre los delitos por los que deberá responder se encuentran centenas de homicidios, masacres, desplazamientos y desapariciones forzadas.
4. La reacción de Uribe
El expresidente colgó un video en sus redes en el que afirma que Mancuso miente, y descarta que se haya reunido con él en alguna oportunidad.
Del mismo modo, asevera que él autorizó su extradición a EE.UU., en 2008, porque “seguía delinquiendo en la cárcel de Itagüi, en Medellín, donde estaba”.
Del mismo modo, Uribe dijo que “nunca” tuvo conversaciones con Mancuso y que el exparamilitar tampoco entró a su residencia, ‘El Ubérrimo’.
En su defensa, y para responder a las investigaciones abiertas por sus presuntos nexos con el paramilitarismo, afirmó: “Qué raro, me acusan de paramilitar, los extradité, y el único paramilitar que dice haberse reunido conmigo es Mancuso, entonces, ¿con quiénes más me reuní?”.
5. Las víctimas
Los grupos paramilitares en Colombia, según el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) fueron responsables de 42 % de los asesinatos selectivos que ocurrieron desde 1958 hasta 2021. En total, hay 179.076 víctimas en ese lapso
La vuelta de Mancuso ha significado para algunos familiares de personas asesinadas o desaparecidas la posibilidad de tener acceso a la Justicia y a la verdad; para otros, según el periódico El Colombiano, es un momento agridulce por los niveles de crueldad con que fueron cometidos los crímenes que arrebataron la vida de miles de personas.
Para quienes esperan por datos o restos de un pariente desaparecido, el regreso del exparamilitar es visto como una rendija para allanar el camino hacia la judicialización de los responsables y el inicio de un proceso de reparación.
#Mancuso explica sus motivos para regresar a Colombia responder ante la JEP, al presidente y a las víctimas. Esta carta por supuesto que provocará nerviosismo en MUCHOS SECTORES POLÍTICOS Y EMPRESARIALES . pic.twitter.com/3fKYrUZfA7
— mapiaguilars (@mapias15) February 28, 2024
La #JEP informa que Salvatore Mancuso está a disposición de una juez de ejecución de sentencias de Justicia y Paz de Bogotá, quien deberá decidir sobre su solicitud de libertad condicional en relación con las tres sentencias condenatorias que ya le impuso ese tribunal.
— Jurisdicción Especial para la Paz (@JEP_Colombia) February 27, 2024
Mancuso, que regresa, fue extraditado porque se continuaba delinquiendo desde la cárcel de alta seguridad de Itagüí. pic.twitter.com/xQBQsEBJCH
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) February 28, 2024