El crimen ocurrió en la noche del pasado miércoles 20 de marzo del 2024 en el interior del local, llamado Verini, donde al menos cinco personas conversaban entre sí luego de la jornada laboral, entre ellas el trabajador que instantes después sería asesinado, Germán Gabriel Medina, y su atacante, identificado como Luis Abel Guzmán, quien se encuentra prófugo.
Un empleado de una peluquería del barrio Recoleta de Buenos Aires (Argentina) fue asesinado a sangre fría de un disparo en la cabeza por uno de sus compañeros, informan medios locales.
El crimen ocurrió en la noche del pasado miércoles 20 de marzo del 2024 en el interior del local, llamado Verini, donde al menos cinco personas conversaban entre sí luego de la jornada laboral, entre ellas el trabajador que instantes después sería asesinado, Germán Gabriel Medina, y su atacante, identificado como Luis Abel Guzmán, quien se encuentra prófugo.
Imágenes registradas por una cámara de seguridad del local muestran a Guzmán con una pistola en la mano, aparentemente disgustado, hablando con las demás personas. De repente, se para cerca de Medina, quien estaba sentado, le apunta y tira del gatillo. Inmediatamente después sale corriendo.
Según los testigos, salió de la peluquería por una ventana. Poco después, Germán fue atendido por servicios de emergencia y falleció más tarde en un hospital.
Cristian Benítez, abogado de la peluquería, detalló que los que estaban allí se habían juntado una vez cerrado el local para “distraerse“. “Había algún tipo de encono entre ellos y [el atacante] utilizó el momento para descargar la ira. Otra explicación no le encontramos”, precisó.
Confusas circunstancias
El dueño de la peluquería, Facundo Verdini, era uno de los presentes esa noche. En diálogo con la cadena de tv El Trece, asegura que luego de que Germán contara una anécdota, Luis Abel se mostró alterado de repente. Intentó calmarlo y tranquilizarlo, pero no pudo. También precisó que días antes el fallecido y su asesino habían discutido.
Facundo resalta que le llamó mucho la atención que el asesino, quien se desempeñaba como asistente del salón, se había rapado la cabeza y tenía una actitud y una mirada “diferentes“.
No obstante, le sorprendieron sus acciones porque considera que es un hombre “demasiado trabajador”, y nunca pensó que podía suceder algo tan grave como para “sacar un arma y matar a alguien”. Además, dijo que desconocía que su empleado supiera manipular un arma y que la Policía le había confirmado que, por la manera en la que se paró al disparar, parecía un profesional.
Entretanto, Marina Medina, hermana de Germán, reclama justicia y espera que el responsable aparezca pronto.
Además de publicar fotografías del prófugo en redes sociales, le manifestó al canal TN que Guzmán le había comentado a su hermano que era de la ciudad de Santiago del Estero y que se estaba haciendo una casa allí. El dato podría ser clave para la investigación, dijo el medio.
Marina señaló además que, si bien Germán y Luis habían tenido discusiones por temas laborales, estas nunca llegaron a encontrones físicos. “No termino de entender por qué lo hizo”, subrayó. Sin embargo, no tiene duda de que “evidentemente tenía pensado matarlo”.