Los hechos tuvieron lugar en la ciudad de Neuquén, Argentina, la madrugada del pasado martes 26 de marzo del 2024 y fueron los vecinos de la zona quienes dieron aviso del incendio.
Un sórdido crimen se produjo en Argentina esta semana cuando un hombre, identificado como Federico David Alejandro Costich, incendió su casa con su hijo encerrado dentro y observó sentado en frente de la vivienda cómo las llamas envolvían el domicilio.
Los hechos tuvieron lugar en la ciudad de Neuquén, Argentina, la madrugada del pasado martes 26 de marzo del 2024 y fueron los vecinos de la zona quienes dieron aviso del incendio.
Al ser extinguido, los Bomberos y la Policía descubrieron el cuerpo calcinado de un joven, identificado como Nazareno Agustín Jara, de 19 años, informan medios locales.
Una testigo e hija de Costich, Agustina, contó que Nazareno y su padre habían consumido drogas, lo que terminó con un brote psicótico y una fuerte discusión entre ambos.
La mujer dijo haber logrado prevenir una riña a golpes y el joven fue a dormir al piso de arriba, mientras que su padre fue a comprar bebidas alcohólicas.
Al regresar, Costich sufrió lo que parecía ser un ataque de alucinaciones, por asegurar que había ajenos en casa.
Fue entonces que encendió trapos y empezó a echarlos por todas partes. Agustina no consiguió detenerlo y fue llevada por el hombre fuera de la casa, que quedó cerrada con la llave.
Previo a escapar del lugar, el hombre se sentó en frente de la vivienda en llamas observando cómo se quemaba todo, de acuerdo a LM Neuquén.
Más tarde, el pasado jueves 28 de marzo del 2024, Costich se entregó a la comisaría, acompañado de dos abogados.
Ana, madre de Nazareno, con la que el padre lleva 18 años separado, estaba presente en una sala de audiencias ayer sábado 30 de marzo del 2024 donde los fiscales leyeron los cargos de homicidio agravado contra Costich.
La mujer contó a un medio que el día del crimen llamó a su expareja para preguntarle sobre el paradero de su hijo. “Muerto, ¿dónde va a estar?“, le respondió el hombre.
Este incendio y asesinato de su hijo fue la culminación de una vorágine de violencia que protagonizó Costich.
El domingo 24 de marzo del 2024 a las 3 de la mañana (hora local), Costich le quemó el rostro a su hija Agustina de 19 años de edad utilizando un encendedor y un aerosol como lanzallamas.
El lunes 25, obligó a su hijo Nazareno a que le prendiera fuego la camioneta a una persona con la que mantiene diferencias.
La tremenda saga de violencia y muerte fue detallada en una audiencia realizada este sábado por la fiscal de Homicidios, Lucrecia Sola.
Cuando ingresó a la sala, Costich vio que entre el público estaba Ana, la madre de Nazareno. Mientras le quitaban las esposas le mandó un beso. Están separados desde hace 18 años y apenas mantienen contacto. Fue una provocación.
Prisión preventiva
La acusación fue por homicidio agravado por el vínculo y por utilizar un medio idóneo para causar un peligro común (el incendio estuvo a punto de tomar viviendas vecinas) del cual fue víctima Nazareno, y lesiones leves doblemente agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género más privación ilegítima de la libertad con los mismos agravantes más amenazas, para el caso de la agresión contra su hija Agustina.
La jueza de Garantías Estefanía Sauli aceptó los cargos y le impuso prisión preventiva por cuatro meses (la fiscalía pidió ocho).
A Costich le espera un juicio por jurados, y una posible condena a prisión perpetua porque las pruebas que exhibió la fiscal Sola resultan abrumadoras.
No hay explicación para la sucesión de hechos de violencia que cometió Costich.
Todo ocurrió en un contexto de consumos problemáticos de estupefacientes y alcohol, pero está demostrado que el hombre sabía lo que hacía, a tal punto, que desde el primer momento ensayó una estrategia para culpar a su hija por el incendio. Nunca confesó la autoría, como se informó.
En la audiencia, Costich mantuvo su estrategia de distracción: aportó el domicilio de su padre y no el propio, Mastropiedra 180, que fue la casa incendiada.
También mintió cuando le preguntaron por el número de su celular. Uno de sus abogados defensores, Diego Fernando Quiroz (se presentaron tres abogados) dijo que se debió a un error y ofreció entregar de inmediato el dispositivo del acusado, que hasta ahora no había sido hallado.
La densa historia familiar
Hay una espesa historia familiar detrás del homicidio. La fiscal Sola señaló que Costich secuestró a su hijo varón y se lo llevó a vivir con él cuando se separó de Ana.
Lo sometió a maltratos desde niño: a Nazareno le faltaban dos dientes porque “se los bajó” el imputado, relató una testigo.
En cuanto a Agustina, vivía con el padre desde hacía un mes. La joven tiene un hijo, está en completo estado de vulnerabilidad atravesada por violencia de género y consumos problemáticos.
Un detalle: Costich nunca los reconoció como hijos, pero desde hace años los trata así.
El ataque a la hija
El 24 de marzo a las 3 de la mañana Costich la golpeó en todo el cuerpo con puños y puntapiés, en presencia de la novia de Nazareno. Además de la paliza, con un encendedor convirtió en lanzallamas un insecticida Raid en aerosol y le quemó parte del rostro.
Cuando ella quiso escapar, el hombre trabó el portón y la privó de la libertad.
Más tarde, le pidió perdón: “disculpame, me las mandé“, le dijo a sj hija Agustina.
La discusión con Nazareno
El episodio del 26 de marzo del 2024, 48 horas después, resultó letal. Costich discutió con Nazareno y lo mandó a dormir en la planta alta de la casa. Después el hombre salió con Agustina a comprar alcohol.
“estaba agresivo, quería pelear con todos“, relató la joven.
Cuando volvieron, Costich dijo que escuchaba ruidos en la parte alta. “Hay gente arriba, son los Aliaga”, afirmó. Se trata de la familia dueña de una camioneta Ford Ranger roja que el día anterior había sido quemada por Nazareno por orden de su padre.
Costich empapó ropas en aceite les prendió fuego y las arrojó a diferentes lugares de la casa. Cuando las llamas crecieron, tomó a Agustina del brazo y ambos salieron de la casa, que quedó cerrada con llave.
Los vecinos escucharon los pedidos de auxilio de Nazareno quien quedó atrapado en la planta alta y murió calcinado.
Culpó a su hija
De inmediato, el imputado acusó a su hija de haber provocado el incendio. Estuvo un rato en una plaza frente a la vivienda incendiada, incluso habló con un policía y después fue recogido por su papá “y toda su tribu”, dijo Agustina.
Se mantuvo prófugo hasta que el pasado viernes 29 de marzo del 2024 se entregó A la policía